La bibliometría se ha convertido en una de las herramientas fundamentales en el ámbito académico y de la investigación, ya que permite analizar la producción científica, medir su impacto y trazar mapas de conocimiento.
Las bases de datos bibliométricas, juegan un papel importante y constituyen la principal fuente de información para la evaluación de la ciencia y la toma de decisiones en universidades y centros de investigación.
Son grandes bases de datos como Web of Science o Scopus, que recopilan publicaciones científicas y académicas, utilizando datos cuantificables (citas, autores, afiliaciones, resúmenes, etc.) para generar indicadores y métricas que permiten analizar, medir y evaluar la producción científica, el impacto de las revistas, la productividad de autores e instituciones, y las tendencias en la investigación, apoyando la toma de decisiones en el ámbito académico.
Las más “conocidas y selectas” son:
• Web of Science (WoS): gestionada por Clarivate, es muy valorada por la calidad y selectividad de sus revistas indexadas.
• Scopus: desarrollada por Elsevier, cuenta con una cobertura más amplia en volumen y es muy utilizada en la evaluación institucional y en la generación de métricas de autor (como el índice h _ métrica que evalúa la calidad y el impacto de un autor científico, midiendo simultáneamente su productividad (número de artículos) y la citación que reciben (impacto)_ ).
• Dimensions: una alternativa más reciente que combina publicaciones con datos de proyectos, patentes y políticas, favoreciendo una visión más integral de la investigación.
• Google Scholar Metrics: aunque menos rigurosa en sus criterios de indexación, es muy utilizada por su accesibilidad y por ofrecer un panorama amplio de citación.
• Bases de datos temáticas y regionales: como SciELO, Redalyc o ERIC, que permiten visibilizar la producción científica en áreas específicas o en contextos regionales.
En el ámbito universitario, estas bases de datos cumplen un rol estratégico:
• Evaluación de la investigación: permiten generar informes de productividad científica por autor, grupo o institución. Ayudan a los investigadores a demostrar el impacto de sus trabajos.
• Apoyo a la acreditación y ranking universitario: los indicadores bibliométricos influyen en posicionamientos internacionales.
• Mapeo de tendencias: facilitan la detección de áreas emergentes de conocimiento y la identificación de redes de colaboración. Dando “pistas” sobre qué áreas están creciendo y dónde puede haber más oportunidades de colaboración.
• Gestión de colecciones y servicios bibliotecarios: ayudan a tomar decisiones sobre suscripción de revistas y recursos.
Ahora bien, ¡NO TODO SON MÉTRICAS!
Los números ayudan, pero no lo son todo.
No todo se basa en sumar, en citar y en sacar un índice h.
Cada disciplina tiene sus ritmos, es decir, no es lo mismo publicar en física que en filología, y no todo incluso de una misma disciplina se puede medir igual. El índice h no es la clave para una evaluación final, no es TODO.
El índice h, a veces, prioriza la cantidad frente a calidad, favoreciendo a investigadores que publican mucho sobre aquellos con pocas publicaciones, pero muy influyentes. Otro aspecto a resaltar, es que un trabajo inicial puede tener un h bajo si no es citado inmediata o correctamente, la novedad no mide en algunas situaciones. Sumando también que no se valora el orden de los autores, ni el impacto en la sociedad, sólo el número de citas por artículo, ponencia, capítulo …
Hace unos días, por un foro en Internet me llamó la atención la siguiente pregunta:
“¿Por qué se utiliza el índice h y el índice i10 en lugar del recuento total de citas?”
Si el índice h, refleja la calidad y cantidad de manera conjunta y el índice i10, es el número de publicaciones que un investigador tiene con al menos 10 citas, útil para campos con menor ritmo de citación. Su combinación, presenta ventajas, como el “premiar” la producción constante, ofreciendo además una visión más matizada el perfil del investigador.
La desventaja que presenta el recuento total de citas, es que un investigador puede tener una gran cantidad de citas por un solo artículo muy influyente, mientras que otro puede tener un cuerpo de trabajo consistentemente citado, pero sin un alcance muy alto, y el recuento total no reflejaría bien el impacto general.
El total de citas indica la popularidad general, el índice h y el i10 ofrecen la producción de investigación de calidad y la influencia sostenida a lo largo del tiempo.
Concluyendo y en base a opiniones expertas, se debe insistir en aplicar la combinación de datos cuantitativos con un análisis más cualitativo.
El uso de bases de datos bibliométricas no está exento de críticas, entre sus principales limitaciones se encuentran la cobertura desigual entre disciplinas, la infrarrepresentación de la investigación en lenguas no mayoritarias y el riesgo de caer en un uso excesivo de indicadores cuantitativos que simplifican la calidad científica.
Por ello, hoy en día se insiste en una visión equilibrada: combinar los datos bibliométricos con análisis cualitativos y con marcos de referencia como la Declaración de San Francisco (DORA) o el Manifiesto de Leiden, que promueven un uso responsable de las métricas.
Tenemos que tener presente que, para los bibliotecarios, analistas y gestores de la información, esto es todo un reto. Un reto que está en interpretar los datos con sentido crítico y en ser instrumento de ayuda y de colaboración a la comunidad investigadora de su entidad, en cuanto al uso, evitando reduccionismos y potenciando la visibilidad de TODAS las áreas del conocimiento.
El papel de bibliotecarios y especialistas en información es clave: no solo facilitar el acceso, sino acompañar, explicar y contextualizar los datos, para que investigadores y gestores los usen con juicio.
Las bases de datos bibliométricas funcionan como un mapa de la investigación científica. Ayudan a orientarse, a tomar decisiones y a entender cómo se construye el conocimiento
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| Infografía propia: La ayuda del personal bibliotecario al investigador, usando Scopus |
Algunos recursos de consulta
DOI: 10.1016/j.rx.2021.01.002
(Biblioteca Universidad de Huelva)
(Biblioteca Universitaria de Deusto)
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